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Acceso al valle de Escuaín para empezar la ruta del Quebrantahuesos
Desde Aínsa, nos dirigimos hacia el norte hasta Escalona y luego en dirección a Escuaín y Añisclo. Después de dejar atrás la carretera del valle de Añisclo, iniciamos un ascenso por una carretera estrecha de aproximadamente 15 km. Los últimos siete km son especialmente espectaculares, pasando por bosques y laderas empinadas. Aparcamos al inicio del pueblo cerca de los paneles informativos. No olvides llevar prismáticos y cámara de fotos para no perder detalle.
Escuaín y el Centro de información
Escuaín se encuentra a 1200 m de altitud y cuenta con alrededor de 10 viviendas y la iglesia de San Pedro. Desde aquí, hay muchas rutas posibles para explorar el entorno, incluida la garganta de Escuaín formada por el río Yaga. En el mismo pueblo, se puede hacer la ruta de los miradores. Uno de los edificios alberga un centro de información donde se pueden consultar opciones de senderos y ver en directo a través de una cámara web a rapaces como el quebrantahuesos (Gypaetus barbatus).
Sendero para llegar al observatorio de aves rapaces
Desde el aparcamiento en Escuaín, seguimos una pista forestal (cerrada a coches) en un ascenso constante durante tres kilómetros entre pinares y prados. Cerca del km 3,5, tomamos un desvío hacia el Observatorio de aves-Puente de los Mallos. Continuamos ascendiendo por un sendero durante otros 1,5 km hasta llegar al prado de La Valle, donde encontramos el acceso al observatorio.
Se recomienda seguir las indicaciones para no asustar a las aves, aunque generalmente estarán a una distancia segura. La ruta puede continuar hacia el Puente de los Mallos y el pueblo de Revilla, pero en esta ocasión, nos centramos en observar las aves y regresar por el mismo camino.
Observatorio de aves para ver al quebrantahuesos
El observatorio es una construcción de madera con aberturas orientadas al sureste. Aquí se encuentra un prado en ladera donde pastan animales y donde los quebrantahuesos suelen posarse e iniciar su vuelo. En el interior, hay paneles informativos sobre las diferentes especies de aves rapaces presentes en la zona.
El quebrantahuesos es el protagonista, con alrededor de seiscientos ejemplares en la península. Desde el observatorio, es común ver a adultos y juveniles volando. Algunos llevan marcas alares para identificarlos individualmente. Se puede colaborar enviando datos sobre avistamientos. Es recomendable tomarse un tiempo para observar con calma el vuelo y las interacciones de las aves.
